La política es hoy en día una masa extensa y uniformada de personas empeñadas en aprovechar la ola del éxito que generan partidos y/o líderes. Esto genera dos problemas: que hay muchas más personas que espacio en esa ola política del éxito y que se hace difícil destacar o diferenciarse de una masa de personas tan lineal.
El proceso de construcción de marca personal nos lleva a construir una marca personal con la que superar estos dos problemas.
Si construyo con éxito mi #YoPolítico (mi marca personal en política) logro diferenciarme de la masa, me hago visible y logro notoriedad (reputación).
"Desarrollar una Marca Personal consiste en identificar y comunicar las características que nos hacen sobresalir, ser relevantes, diferentes y visibles en un entorno homogéneo, competitivo y cambiante. El término branding tiene su origen en marcaje de las reses de las ganaderías para identificarlas. Una marca es una huella, una señal, es lo que queda cuando ya no estamos presentes. Por lo tanto la Marca no es un concepto moderno o originado por el marketing. Es simplemente la forma de identificar una imagen, un símbolo o incluso una persona con algo valioso, fiable y deseable."
Andrés Pérez Ortega
Porque el mero hecho de pertenecer a un partido o defender una posición ideológica construye ante quienes nos observan una imagen de nosotros. Pero estos elementos no nos diferencian de una masa uniforme de iguales. De ahí la necesidad de construir un #YoPolítico, una marca personal en política, que consiga dotarnos de un perfil diferenciador.
Para que con nuestro #YoPolítico, nuestra marca personal, generemos una reacción positiva en nuestro entorno: buscamos ganar reputación.
Acepta que destacas por elementos concretos, por la actividad que desarrollas o por tu vinculación a una marca política… pero necesitas además (y debes trabajar) tu diferenciación, lo que te convierte en algo único. Una combinación de reputación más credibilidad que generan confianza y autenticidad entre quienes te observan.
Estas obligado a elaborar, transmitir y proteger tu #YoPolítico. Necesitas causar una impresión duradera y positiva. No puedes (no debes) dejar tu futuro (y hasta tu presente) en manos de la improvisación o las tendencias políticas más generales de cada momento.
Necesitas diferenciarte del resto construyendo tu marca personal. Y a esa marca le doy forma comunicando. Obligatoriamente: comunicando con éxito.
Lograr esto pasa por conocerse uno así mismo. Pasa por conocer el entorno en el que vamos a desarrollar nuestra marca. Nos lleva a plantearnos objetivos concretos y realistas, a una planificación estratégica y a una constante labor de análisis y auto-evaluación con intención de mejorar.
Ofrezco algo diferente que tiene su origen en mis atributos, fortalezas, habilidades valores o pasiones.
Un conjunto de elementos que nos hacen únicos.
El proceso de comunicarlos me lleva a que otras personas me conozcan (visibilidad), a que interactúen y profundicen en mi persona (diálogo y conversación) y a generar una red de contactos que ponga en valor la marca.
Todos acabarán sabiendo lo que soy y a reconocerme positivamente.
Y si no construyo mi #YoPolítico: ¿Qué pasa?
Andrés Pérez Ortega lo explica muy bien en su libro ´Marca personal para dummies´: “…si no tienes un plan, formarás parte del plan de otros”.
Una vez que tomamos conciencia de que queremos avanzar en dar forma a nuestra marca personal en política, a la vez tomamos conciencia de que… desde el primer momento en que captas la atención de otras personas, y estas deciden dedicarte un tiempo, estás construyendo tu marca personal ante personas en las que por una razón u otra generas una curiosidad, una reacción o un comentario.
De ese contacto surge la necesidad de dar contenido a la fórmula: REPUTACIÓN + CREDIBILIDAD = CONFIANZA
Sabemos que dejamos huella sin pretenderlo y, sin embargo, dejamos que la “suerte” sea la que marquen si esta huella (tu marca personal) será buena o mala ante los ojos de la multitud.
¿Por qué dejas tu marca personal en política en manos de la improvisación?
A esta pregunta la respondemos con una obligación: necesitamos planificar.
Planificar no implica que controles todo lo que haces con intención de convertirte en un robot cuyo objetivo es construir una marca personal artificial. ¡No! Hablo de una persona que le pone sentido a lo que es, conoce sus virtudes y controla lo que hace.
Alguien que gestiona sus múltiples presencias, impulsos o actuaciones.
Pensar lo que uno quiere ser no es perder espontaneidad.
Uno de los primeros consejos que doy cuando alguien da el paso de querer construir su marca personal en política es el de ejercitar un necesario autoconocimiento.
Conocerse a uno mismo es el primer pilar para evitar la improvisación.
Si tengo clara mis virtudes, mis competencias…..pues me será más fácil trabajar esos elementos ante quienes me observan, destacar mi presencia aprovechando ese auto-conocimiento y ofrecerles contenidos con valor.
Si hago todo lo contrario, ignoro mi #YoPolítico e intento abarcar todo lo que toca mi esfera de actuación, acabaré con una dispersión en el mensaje y en los contenidos…. y en consecuencia, acabarán viéndome como un sujeto voluble, poco consistente e imprevisible.
Entre un final u otro solo hay una diferencia: planificación o no de tu marca personal.
Pero planificar no vale de nada si no construimos nuestro #YoPolítico con un cierto compromiso y labor de continuidad: la constancia.
¿Conocéis personas que entran y salen de política por impulsos? ¿A cuántos veis en redes sociales que intercalan días frenéticos de publicaciones con otros días vacíos de contenido? ¿Cuántos hablan, con inusual pasión, de gatos un día y al siguiente de infancia o mayores?
¡Alguien que nos habla con igual pasión e inusual conocimiento de gatos 🐈 mayores 👵 y niños 👶! No cuela. No genera confianza.
La constancia requiere continuidad en los temas y valor en lo que cuentas.
Y no solo esto… la constancia implica también formación continua, presencia real y generación periódica de contenidos. Estar presente en la mente de otros de manera programada y habitual te abre la puerta a encontrar un sitio en su pensamiento.
Lo contrario, la falta de constancia, tiene otro “premio”….el de la irrelevancia.
La constancia y la continuidad es la base de una planificación de éxito.
En definitiva, tres actitudes para empezar a construir tu marca personal en política:
- Mi marca personal se construye sin darme cuenta, por eso PLANIFICO….para evitar la improvisación.
- Mi marca personal se construye dando continuidad a mi labor, por eso soy CONSTANTE….para evitar ser inconsistente o voluble.
- Mi marca personal se construye asumiendo que soy LIBRE en las decisiones que tomo. Quiero elegir mi propio plan….para evitar ser parte del plan de otros.
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